lunes, 3 de marzo de 2014

"Las vidas posibles de Mr. Nobody" o las decisiones clave que marcan nuestra existencia


Título original: Mr. Nobody. Dirección y guión: Jaco Van Dormael. Países: Francia, Canadá, Alemania y Bélgica. Año: 2009Duración: 136 min. Género: Ciencia-ficción, drama, fantástico. Interpretes: Jared Leto (Nemo Nobody), Sarah Polley (Elise), Diane Kruger (Anna), Linh Dan Pham (Jeanne), Rhys Ifans (padre), Natasha Little (madre), Toby Regbo (Nemo con 15 años), Juno Temple (Anna con 15 años). Producción: Philippe Godeau. Música: Pierre Van Dormael. Fotografía: Christophe Beaucarne. Montaje: Matyas Veress y Susan Shipton. Diseño de producción: Sylvie Olivé. Vestuario: Ulla Gothe.Distribuidora: Wanda Visión. Estreno en Francia: 13 Enero 2010. Estreno en España:23 Julio 2010

Año 2092. Nos encontramos en un mundo donde la humanidad ha alcanzado la cuasi eternidad. Un anciano, el hombre más viejo de la Tierra, Nemo Nobody, mira hacia atrás en su vida y rememora su existencia o mejor dicho sus diferentes existencias alternativas a través de las diferentes decisiones personales  que tomó y otros hechos que condicionaron su vida. Recuerda todo lo que pudo ser y fue, a partir de un momento clave de su vida. Asi contemplamos que hubiera sido de su vida, tras ese momento en la estación de tren, en que tiene que elegir si irse con su madre o quedarse con su padre. Y a veces no es sólo la decisión que uno toma la que condiciona la vida sino hechos al azar, en apariencia triviales, pero al fin y al cabo determinantes, como la pérdida de una zapatilla que se desata cuando corría para subirse al tren e irse con su madre o la gota de lluvia que cae sobre el papel donde estaba escrito el teléfono de su amada que lo borra y le aleja de ella ¿para siempre? o decisiones de terceros que le afectan a uno directamente.
  
A veces una simple palabra, una actitud equivocada  como la del niño Nemo puede cambiarle a uno la vida. La diferencia entre un "yo no me baño con niñitas" y el "imbecil" correspondiente como respuesta  o "un no se nadar" y el principio de una gratificante relación amorosa que ¡oh, casualidades del destino!, resultará ser la hija de la pareja de su madre. Nadie conoce a priori si la decisión tomada fue la acertada. Irse con su madre le permitió conocer a Anna. Quedarse con su padre, -un padre al que tendrá que cuidar-, le permitirá conocer a Elise. El destino teje y desteje. Separado de Anna por la ruptura de sus respectivos padres, se encontrará con ella años más tarde en el anden de una estación. Por contra, una gota de lluvia que borrará el número de su telefono le conducirá al abandono y la indigencia.

La película tiene una estructura compleja, al menos en apariencia, ya que en el relato fílmico coexisten, al mismo tiempo, las diferentes líneas paralelas de la vida de Mr. Nobody, las que protagoniza junto a sus tres mujeres en otras tantas existencias: Anna, Elise y Jeanne y otras muchas más líneas en las que se producen diferentes variaciones tanto en su vida como en las de sus relaciones: líneas en las que un accidente provocará su muerte al caer su coche al rio, o la de su mujer al explotar el camión cisterna que iba delante en la carretera u otras en la que será asesinado en una bañera o se suicidirá en su propia piscina.


Nuestro protagonista, que encarna el actor Jared Leto, imprime diferentes matices y características a sus diferentes personajes  alternativos en función de su ocupación y escala social. El actor aporta con acierto diferentes registros en cada una de sus interpretaciones. El actor protagonista está bien secundado por una tal vez excesiva Sarah Polley y una agradable Diane Kruger.

La estación del tren donde  Nemo, de niño, duda con quien irse  se erige en metafora de su propio y nuestro propio destino, al igual que las imagenes de  las vias del tren que se bifurcan una y otra vez,  a una velocidad vertiginosa en ese arbol de decisiones que es su propia y nuestra propia existencia, ¿Qué hacer?. ¿Qué decisión tomar? o esa imagen del niño Nemo en el patio de butacas de un cine contemplando la película de su propia vida.  No podemos volver atrás, por eso cuesta tanto elegir y tomar la decisión adecuada. Mientras no elijas todo sigue siendo posible pero desgraciadamente la no elección es una forma de elección y por lo tanto,  una manera de decidir y no siempre la más acertada.

La película es excesivamente ambiciosa en su planteamiento y se  pueden hacer dificil seguir, por parte de algunos espectadores, las diferentes tramas yuxtapuestas ya que por un lado asistimos  a un flahsback, a un ir y venir del futuro al pasado del protagonista y del pasado al futuro y por otro lado vamos saltando de una a otra existencia paralela, marcadas por sus diferentes mujeres: Anna, Elise y Jeanne. 

Además el tiempo y las decisiones se invierten hasta cierto punto en el sentido lógico de las cosas  cuando descubrimos que es el propio anciano el que dicta al joven Nemo, al niño Nemo su propio futuro y el niño, que se nos revela como arquitecto de la vida,  queda bloqueado al final de la película ante esa amplia panoplia de posibilidades que le ofrece el futuro. En este mundo tu no existes, le dice el anciano al joven Nemo. De todas esas vidas, cual es de verdad. Todo podría haber sido otra cosa y habría tenido el mismo sentido. Ahora que sabe lo que va a pasar es incapaz de hacer una elección, por miedo a fracasar, a equivocarse, y en vez de seguir a su madre o quedarse con su padre, toma, nunca mejor dicho el camino de en medio y  sigue el curso de una hoja amarillenta que es arrastrada por el viento. 

La película intercala trama de ficción con explicaciones a caballo entre el documental científico y el antropológico sobre  el tiempo, el amor y los miedos, el big bang y el big crunch, que quizás sobren. ¿A qué terrores ancestrales responden nuestros miedos?. ¿Es tal vez el miedo atávico de la epoca de las cavernas...? Aunque hay otros miedos más reales y cercanos como el miedo al fracaso y que en esta película se ponen muy de manifiesto.

La película finaliza con un pequeño gran éxito del joven Nobody, que se convirtió en indigente por la perdida de su gran amor, Anna, y con la que se reencuentra casualmente cuando se encontraba durmiendo en un banco de un parque público. El anciano Nobody muere con una sonrisa en la boca al recordar, o tal vez imaginar esa posible línea alternativa  que culmina felizmente, gracias al amor, dando sentido a su vida, una vida plena, digna de ser vivida. Este es el día más bonito de mi vida, dice  y expira con el nombre de su gran amor, Anna, en los labios. Y los planetas giran y el tiempo sigue...aunque tras el big bang venga  el Big Crunch, donde probablemente el tiempo se invierta, y discurra hacia atrás.  

La película tiene una excelente banda sonora, con piezas de Erik Satie, Buddy Holly, Gob, Wallace Collection, Eurythmics, Nena, Gabriel Faure, Hans Zimmer, The Chordettes, The Pixies, Otis, Redding y Pierre Van Dormael que marcan los momentos clave y ambientan los diferentes episodios de las múltiples vidas del Sr. Nobody. 

En resumen,  compleja pero sugerente, bonita  y original historia mezcla de drama fantástico y ciencia ficción, con imagenes de gran fuerza visual, un estilo y narrativa a lo "Amelie" que puede hacerse larga y confusa si no se mete uno desde el primer momento en la película, pero que no defraudará a los aficionados  que esperan ver nuevas propuestas creativas alejadas de los trillados caminos y estándares del género.

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