sábado, 29 de diciembre de 2012

3.2. "Fracture" o el proyecto "Hombre de hojalata"


Título: Fractura. Filadelfia. Pennsylvania. Un policía recibe una orden de un coronel y va a la estación del tren a detener a un misterioso hombre con un maletín. Se producen una serie de interferencias electromagnéticas en los monitores de la estación y de repente el policía explota. En la bolera de Sam Weiss, Olivia temblorosa, apenas puede atarse los cordones de las zapatillas. Le pregunta si le han empezado los dolores de cabeza. No le han empezado pero le empezarán, le asegura Sam Weiss. Le ata los cordones de las zapatillas a Olivia y le dice que por hoy ya  ha acabado. 

En el laboratorio, Peter intenta convencer a Walter para cambiarse de piso. Quiere más intimidad. (Al final del capítulo lo hacen). En eso están cuando Astrid descubre que se ha producido el suceso de la estación del tren. Una explosión sin explosivo, aparentemente. Cuando llegan al lugar de los hechos, encuentran la oreja casi cristalizada del agente Daniel Gillespie y revisando las cámaras de seguridad no ven nada, sólo ruido estático. Al parecer el cuerpo del policía actuó como una bomba humana, como consecuencia de un suero solidificador que se estaba inyectando. Eso lo sabemos cuando Olivia y Peter van  a visitar a la viuda de agente Gillespie. Estando en casa de la viuda, a Olivia le comienzan los dolores de cabeza, los mareos, le  tiemblan las manos, ve visiones:  del ascensor, de las torres gemelas, de Bell, como si fuesen pequeños flash-backs de su viaje al otro lado y es cuando yendo a vomitar al baño que descubre una caja de jeringuillas cargadas con un extraño suero.





En otro lugar, una mujer, capitán del ejército para más señas, la capitán Burgess se dispone a inyectarse una jeringuilla igual a la encontrada por Olivia en el baño de la casa de Gillespie y contacta con un coronel del ejército,  que le ordena dirigirse a Washington. A partir de este momento entra en juego el proyecto Hombre de Hojalata. Olivia contacta con Sam Weiss que le dice que ahora que han empezado los dolores de cabeza todos los recuerdos saldrán a la luz.



El equipo Fringe descubre que Gillespie sirvió en Irak. Allí él y otros soldados estuvieron expuestos a una neurotoxina: cyanogen chloride y  formaron parte del citado proyecto (Tin Man, en inglés) que fue cancelado al poco tiempo. Para descubrir más cosas Peter y Olivia deberían viajar a Irak, asi que intentan convencer a Broyles, reacio a este viaje, por el coste que entraña nada menos que 20.000 € y un avión privado, pero al final accede, eso sí les dice: Cuidarán uno del otro. Peter y una Olivia, cubierta con el velo,  viajan a Irak y contactan con un tal Amed, renuente al principio a colaborar aunque luego accede. Este les pondrá en contacto a su vez con un medico iraquí que participó en el proyecto. Fueron tratados más de 200 soldados con un suero, pero el suero tenía un subproducto que reaccionaba de forma inesperada, convirtiendo a las personas en bombas humanas. El médico les da, además,  un nombre, coronel Raymond Gordon.



De vuelta al país reciben un aviso de que se va a producir una explosión en Washington y se establece un operativo dirigido por Broyles para neutralizar,  en una estación, al coronel Gordón y a su bomba humana, la capitán Diane Burgess. Diane deberá interceptar nuevamente a un hombre de gabardina negra con un maletín. Walter ha descubierto como interceptar la señal de activación de las bombas humanas. La bomba se detiene con una señal de radio VHF. En la estación, la solidificación se produce antes de que Diane pueda coger el maletín, Peter se lia a golpes con el coronel y Olivia destruye el activador. El coronel Gordon es detenido.

Olivia vuelve a la bolera y se pone las zapatillas. Sam Weiss le dice que ya puede irse. Nuestra Olivia se cabrea, se levanta,  coge su pistola y le apunta con ella diciéndole que ya vale, que se deje de tonterías, que ha venido a que la arregle. Sam no le contesta pero entonces ella se da cuenta de que anda sin muletas. Ya tenemos a nuestra heroina a tope de facultades.


Y llegamos al final, verdaderamente inquietante y que sólo tendrá verdadero sentido 60 capítulos más tarde. Interrogan al coronel Gordon que les contesta de por que hacía lo que hacía. El enemigo está entre nosotros. El final se acerca, dice Gordon a Broyles. ¿Que había en el maletín?, pregunta Broyles. Le han dicho que estoy loco, afirma Gordon. Están aquí, recabando datos, anotando observaciones, se están preparando para la guerra y se están pasando información por mensajes delante de nuestras narices. ¿Quienes son?. No lo sabemos. Quieren exterminarnos. Estudian nuestra cultura,  nuestras costumbres, nuestra tecnología y piensan utilizarla contra nosotros. Para entonces, no importa porque, para entonces lo que hay en esos maletines nos destruirá a todos. Y dentro del maletín lo que hay es una foto tomada por el observador en la que aparece Walter Bishop.

  

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