Título: La llegada. Este cuarto capítulo comienza a alimentar, con su argumento, la enorme mitología de Fringe. Un hombre calvo, al que conoceremos como Observador, come unos chiles jalopeños, al que además le echa mucho picante, en un restaurante, al tiempo que vigila una obra cercana con unos extraños binóculos y escribe en una libreta unos raros signos. Se produce un terremoto y una especie de explosión y el observador dice "Han llegado". En la obra aparece un objeto alargado de 60 cm x 30 cm de iridio sólido que vibra a diferentes frecuencias, primero a 2Mhz y luego a 4 Mhz. Broyles dice que no es la primera vez que se han visto estos extraños objetos, imposibles de abrir. Vieron otro en Quantico en el año 1987. Posteriormente se produce un ataque con armas futuristas en un almacen militar donde presuntamente iba a estar el objeto.
Por otro lado, Peter decide dejar el equipo Fringe cansado de las locuras y excentricidades de Walter. Olivia recibe una llamada, presuntamente del fallecido John Scott. Olivia descubre la imagen del observador en una foto antigua, en el hospital. Se lo comenta a Broyles. Al parecer existen de miles de fotos en las que aparecen estos extraños personajes. Aparecen en casi todos los casos del Patrón. Y no hacen nada, tan solo observan. Mientras Walter protege la baliza que es lo que es, en realidad, el extraño artefacto, se producen ataques por parte de un agente desconocido, primero a Astrid y luego a un militar, amigo de Olivia. El Observador que conoceremos por el nombre de Septiembre agradece a Walter que esconda la baliza y le dice muy ceremonioso: "Sé que tienes preguntas y pronto tendrás respuestas".
Mientras Peter será secuestrado por un colérico individuo que le torturará metiendole una especie de electrodos por las fosas nasales: Peter confesará donde está la baliza. En la tumba de Robert Bishop, su abuelo. Al final la baliza explota y el individuo es reducido. No era humano. Por primera vez asistiremos a la aparición de otro tipo de personaje clave en la mitología de Fringe, los cambiaformas. Peter se encontrará cara a cara con el Observador que repite sus palabras. Leen los pensamientos y conocen el futuro o mejor dicho porque conocen el futuro saben lo que Peter va a decir. Walter confiesa a Peter lo que sabe del Observador, como les salvó de morir ahogados en el lago Raiden, cuando era niño. El Observador le dijo, entonces, que le necesitaría algún día. ¿Quienes son? ¿Que quieren?. Walter calla mientras llora en silencio. Peter cambia de opinión, reconoce que están pasando cosas y se convierte en asesor civil para el departamento de Seguridad Nacional. El capítulo termina con la súbita aparición de John Scott en la casa de Olivia.
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